Muchos son los mitos y creencias sobre las
serpientes que se han sido transmitidos de generación en generación y
sobreviven hasta nuestros días, algunos provienen de mal interpretaciones de
sus hábitos y otros son simplemente invenciones sin fundamento.
A continuación analizaremos algunos de los más
conocidos:
El cascabel y la edad
Es una creencia popular que en el caso de las
serpientes de cascabel cada segmento de este corresponde a un año de vida como
las líneas de crecimiento de un árbol. Lo cierto es que cada segmento
corresponde a un cambio de piel o muda.
La última escama de la cola esta modificada y cuando la serpiente muda la piel, el segmento viejo queda unido al nuevo ,así en cada muda se agrega un segmento al cascabel. El cambio de piel ocurre varias veces al año, es más frecuente en los individuos jóvenes que en los viejos, además, con el uso y el arrastre los cascabeles se van desgastando, se rompen y caen, pero son remplazados constantemente en el proceso de muda, por lo que resulta imposible determinar cantidad de veces que ha mudado de piel y menos aún estimar la edad de la serpiente contando sus cascabeles.
Las glándulas de veneno
Existe la creencia de que las serpientes necesitan
quitarse las glándulas de veneno también conocidas como “bolsas de ponzoña”
para tomar agua ya que si toman agua sin quitarse las “bolsas de veneno” pueden
morir envenenadas, o también se cree que si el veneno se moja, ya no sirve. Hay
gente que afirma que cuando pierden estas bolsas o se las roban, se enojan
tanto que se azotan su cabeza contra las rocas hasta matarse.
En realidad en la naturaleza las serpientes
obtienen la mayoría del agua de las presas que consumen, así como del rocío que
se acumula en sus cuerpos, el cual beben y por supuesto pueden beberla de
manera normal de cualquier sitio donde se deposite. Estas “bolsas de ponzoña”,
son en realidad glándulas salivales modificadas que producen y almacenan el
veneno, el cual es un complejo de enzimas digestivas
y se encuentra disuelto en agua.
Las serpientes no pueden quitarse por si mismas
estas “bolsas” y la única forma en que estas glándulas pueden extirparse es
mediante una cirugía realizada por un veterinario
especialista.
El cáncer
Se cree erróneamente que la carne de víbora de
cascabel es “milagrosa” y cura el cáncer y otros males, por lo que se vende de
forma ilegal a la orilla de carreteras, mercados y hierberías. Esta carne es
rica en proteína y baja en grasas, contiene ácidos grasos omega 3 que son
antioxidantes, es muy nutritiva, similar al pollo o al pescado pero no se ha
demostrado que posea alguna propiedad milagrosa que cure enfermedades.
Pican con la lengua
Las serpientes poseen una lengua bífida (con dos
delgadas puntas), se tiene la creencia
de que también “pican” con la lengua. De he hecho las serpientes no pican, en
realidad muerden e inoculan el veneno por medio de dientes modificados
erróneamente llamados “colmillos”. Un colmillo es un diente cónico y sólido
hecho para desgarrar, mientras que el diente inyector de las serpientes es
hueco como una aguja hipodérmica y está diseñado para la inoculación del
veneno. En cuanto a la lengua es de un tejido muy suave, incapaz de perforar la
piel y menos los músculos. Las dos puntas le ayudan a detectar olores.
Serpientes Ciegas
Mucha gente afirma que las serpientes son ciegas, a
pesar de que tienen ojos bien desarrollados e incluso algunas especies tienen
pupilas verticales como los gatos, adaptadas para la visión nocturna. De hecho,
estas serpientes con pupilas verticales ven mejor en la oscuridad que muchos
otros animales.
Serpientes que toman leche
Se cree que los alicantes toman leche de vaca o de
mujeres en lactancia. Esto es totalmente falso ya que la forma de su lengua
(bífida) y la estructura de sus labios (formados por escamas rígidas) no les
permite extraer la leche de las vacas o mujeres.
Además, las serpientes poseen dietas basadas en el
consumo de diferentes especies de animales, desde artrópodos y caracoles, hasta mamíferos, aves, anfibios y reptiles, a
las que tragan enteros, ya que no los pueden masticar. Por lo tanto, la leche
no forma parte de su dieta y no pueden digerirla. Los únicos animales capaces
de tomar leche son los mamíferos, lo cual pueden llevar a cabo gracias a que
sus labios y lengua poseen músculos que les permiten acoplarse al ubre o pezón
y crear el vacío requerido para extraer la leche.
Esta creencia, al igual que muchas otras, fue
traída al continente americano por los colonizadores europeos, y en diferentes
países o regiones de un mismo país se le atribuye a diferentes especies de serpientes.